jueves, 10 de septiembre de 2009

TATO UN ADELANTADO

Imagen:Clarín

"Qué país! ¡Qué país! ¡No me explico por qué nos despelotamos tanto...si éramos multimillonarios!"

"Ud. iba y tiraba un granito de maíz y ¡paf !, le crecían diez hectáreas....
Sembraba una semillita de trigo y ¡ñácate!, una cosecha que había que tirar la mitad al río porque no teníamos dónde meterla..."

"Compraba una vaquita, la dejaba sola en el medio del campo y al año se le formaba un harén de vacas..."

"Créame, lo malo de esta fertilidad es que una vez, hace años, un hijo de puta sembró un almácigo de boludos y la plaga no la pudimos parar ni con DDT. Aunque la verdad es que no me acuerdo si fue un hijo de puta que sembró un almácigo de boludos, o un boludo que sembró un almácigo de hijos de puta."

miércoles, 2 de septiembre de 2009

http://www.youtube.com/watch?v=WLCW-Jh0Y00
La calculadora me ha demostrado que Néstor Carlos Kirchner equivale 32 veces a mi madre. Dicho de otra manera, que ella vale 32 veces menos que Kirchner. En una palabra, que tiene el espacio equivalente al 3% de Néstor Kirchner. Mi mamá es una señora de 92 años. Nació en 1917. ¿Cómo puedo yo llegar a decir que el esposo de la presidenta argentina es como 32 madres mías? ¿De dónde puedo yo deducir que mi mamá, la que me dio a luz, es el 3% del señor Kirchner?El 20 de agosto se supo exactamente el monto de la jubilación que cobra ese vigoroso luchador de la justicia social que es el doctor Kirchner. Según el Registro Único de Beneficiarios de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS), este mes de agosto, el Banco Patagonia S.A. acreditó en el bolsillo de Kirchner 24.762,17 pesos, por haberes jubilatorios.Kirchner tiene un haber mensual jubilatorio de $17.325,81, a los que hay que agregarle $4.024,92 que recibe por antigüedad, y además una curiosa cifra –curioso concepto- de $2.000, que recibe como “complemento Presidente”, y una compensación jerárquica que dibuja la bonita cifra de $2.839,75. Hay que descontarle $1.428,31 de obra social.Luego de haber recibido el alta del trámite jubilatorio en febrero de 2008, pocas semanas después de haber asumido la presidencia su esposa Cristina Fernández de Kirchner, él cobra ahora $24.762,17 por mes.¿Y qué tiene que ver mi mamá con esto? A los 92 años mi madre cobra $770,66. ¿Cuántas veces son 770,66 pesos de la jubilación de mi vieja, comparados con la jubilación de este paladín de la justicia social, que cobra de jubilación $24.762,17? Kirchner cobra 32 jubilaciones de mi madre. Como jubilada, ella recibe a los 92 años, el 3,11% de lo que le dan a Kirchner.Es un derecho periodístico elemental darle a las informaciones carnadura humana, salir de las abstracciones, poniendo en escena el discurso verdadero del progresismo, sin cuentos, y compararlo con la retórica hipócrita, mentirosa y fraudulenta que con el pretexto de una transformación social ha encaramado en el poder a un matrimonio de híper millonarios. En este sentido es bueno recordar que un hombre que murió el 31 de marzo de este año, Raúl Ricardo Alfonsín, cobraba naturalmente su jubilación presidencial -porque fue presidente primer mandatario de la Argentina, como lo fue Kirchner-, pero donó desde su primer día tras salir del poder, la mitad de esos ingresos a una entidad benemérita de su terruño natal, Chascomús. No se conoce que Kirchner done nada. Durante los largos años de la dictadura militar, y hasta que se metió en política en 1991 -momento desde el cual ha sido empleado público, hasta 2007- se dedicó a hacer dinero, montando un estudio jurídico en la Patagonia, especializado en la ejecución de hipotecas de bienes inmuebles. Estos $24.762,17 de jubilación -32 jubilaciones de lo que cobra mi madre todos los meses, a los 92 años-, son la más cruda fotografía ante la que deberían exponerse los caraduras y sinvergüenzas que, con cartas abiertas o cerradas, siguen imaginando que la Argentina está asistiendo a una transformación social impulsada por verdaderos paladines de la justicia social.

martes, 1 de septiembre de 2009



El precio de Alarcón

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Por Pepe Eliaschev (*) | 31.08.2009

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María del Carmen Alarcón durante la presentación del libro "Lista Negra". | Foto: CEDOC

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Sucedió al atardecer del 18 de septiembre de 2006. El lugar no podía ser más simbólico: el Aula Magna del Colegio Nacional de Buenos Aires, en la Manzana de las Luces. En el estrado, Jorge Fontevecchia y Joaquín Morales Solá presentaban, junto al autor, mi libro Lista Negra. La vuelta de los Setenta.

En el salón no cabía un alfiler. Todos querían decir presente en lo que era un desagravio explícito de un periodista censurado y expulsado a la noche del 30 de diciembre de 2005 de Radio Nacional. En la platea se codeaban Raúl Alfonsín y Gabriela Michetti, Víctor Hugo Morales, y Ricardo López Murphy y Eduardo Macaluse, Gustavo Bossert y Ricardo Alfonsín, Aníbal Ibarra y Fernando Bravo, Alfredo Leuco y Federico Storani, Pacho O’Donnell y el rabino Sergio Bergman, Luis Majul y Enrique Olivera, Florentina Gómez Miranda y Luis Brandoni, Rodolfo Terragno y Patricia Bullrich, Adrián Pérez y Jesús Rodríguez, Andrés D’Alessio y José Ignacio García Hamilton.

Y había alguien más: María del Carmen Alarcón. Firme y llamativa con su cabellera azabache, la santafesina avanzó hasta el estrado y me abrazó calurosamente: “toda mi solidaridad, vos vas a seguir en la radio cuando ‘ellos’ ya sean un mal recuerdo”, me dijo.

Alarcón, que ahora opina que Kirchner “es un demócrata”, opinaba todo lo contrario hace tres años, cuando esa soledad que tanto la aterra, la llevó a la presentación de Lista Negra en el Nacional Buenos Aires, en medio de un verdadero cónclave “destituyente”.

Esa noche fue inolvidable por muchas razones, incluyendo el hecho de que la SIDE se robara los grabadores que habían registrado toda la ceremonia y, además, enviara varios fotógrafos acreditados como “periodistas”, uno de ellos diciendo que venía de Clarín. A medida que pasaban los días, las fotos no aparecían. Cuando preguntamos, en Clarín nos dijeron que no, que ellos no habían mandado a nadie, pero que tampoco pensaban publicar nada del acto, que había juntado a 500 notables a 200 metros de la Casa Rosada. Para nosotros no es interesante la nota, nos dijeron desde el diario.

Si hubieran estado presentes, los de Clarín podrían ahora rescatar las imágenes de la inclasificable Alarcón, cuando esta mujer proveniente del pueblo mocoví sostenía que Kirchner era un autoritario y se rozaba con la "fuerza de tareas" y los "comandos civiles" que aquella noche melancólica me conmovieron con su afecto y cercanía. Eso sí, a diferencia de otros casos, en el mío la radio grande quedó vedada. Pronto se cumplirán cuatro años.

No le fue tan mal a Kirchner. De los que estaban esa noche en el Nacional Buenos Aires, Alfonsín, García Hamilton y D'Alessio se murieron, el Gobierno deglutió a Alarcón, y a mí, bueno, a mí me mantuvieron hasta hoy lejos de los micrófonos principales. Si no compran, los nuevos jefes de la Alarcón destituyen en serio.